jueves, 20 de agosto de 2009

EVS-EL DIA 14 de Agosto de 2009

San Elvis del Presley de todos los Santos


"Me siento solo"

Elvis Presley, después de su último concierto 26 junio, Indianapolis.


En estos días azules del plácido mes de agosto, recordamos en nuestro

magnífico suplemento EVS que hace ya 32 años que Elvis Presley dejó la vida

pública para siempre. Unos dicen que murió aquel 15 de agosto de 1977 y

otros, nuestros amigos de la nave del misterio, que sigue por alguna de las

islas del archipiélago de Hawaii retirado de una vida tan poco agradecida. Nota

complementaria conspiranóica: posiblemente con Michael Jackson su yerno,

últimamente blanco de todas las sospechas. Bueno, blanco, no literal sino

quirúrgico y como figura literaria. Aclaramos: el segundo, no el primero.

Resulta curioso como la lucha por salir de aquel turbio pueblo sureño

americano, fue lo que le dio lachispa de genialidad que perdió cuando se

apoltronó en su puesto. ¿Se hizo Elvis funcionario del rock? No lo sabemos.

Aunque visto lo visto, si no fue funcionario igual pudo ser nombrado personal

de confianza o alguno de esos puestos similares y generadores de amplias

panzas y camisas desbotonadas de marca que dejan marca en la panza

marsupialesca.

El ascenso a la fama y gloria de Elvis Presley comenzó en un cuarto de

grabaciones de la Sun Records en el año 1954 y acabó en 1958, en el cuarto

de baño de algún aeropuerto norteamericano, momentos antes de que el padre

estado (o “tito” Sam) lo llamara a su regazo para someterlo a un retiro espiritual

de depuración comportamental y degustación de un dulce alienamiento social

en forma de disciplina castrense.

En tal caso la vida de Elvis Presley, al igual que la de la gran mayoría de los

humanos es la consecución de la fábula del nacimiento de una estrella y el

ocaso de un pelele. Un pelele voluntario al vicio de turno: al capital, a las

drogas, a las faldas o pantalones según sea el caso y/o género, al

sedentarismo, al pasotismo como bandera (no ondeante al viento porque el

mástil pesa un fleje) y a la indolencia. Entregando, como no podría ser de otra

manera, su existencia al mecenas de turno. Este mecenas, en cualquiera de

sus formas: desde un manager venido a menos, hasta uno impersonal como

pudiera ser el Estado, es el encargado de libar nuestro néctar más preciado

hasta sucumbir a un estado catatónico donde todo lo aceptamos. Aceptamos

incluso hasta perder nuestra libertad, nuestro primer y último estado natural, a

cambio de la tranquilidad o el consabido: “no me comas la oreja”, “aquí vamos

escapando” o “deja ver, yo estoy tranquilito”.

Bueno pues de tanto hablar de Elvis, me está entrando hambre musical y ya

puestos voy a pinchar una moneda de 5 duros en la gramola (Nota para

alumnos de la ESO: lo anterior no tiene traducción, y aunque la tuviera hay que

imaginarse un... bah!.. un rollo, pinten círculos de colores con espirales), yo voy

a elegir... a ver... Money Honey, con todos ustedes: Elvis Presley (gritos entre el

respetable):

“You know, the landlord rang

my front door bell.

I let it ring for a long, long spell.

I went to the window....”


Gustavo Reneses

EVS-EL DIA 7 de Agosto de 2009

Alucinaciones psicotrópicas de Agosto: compendio de risas y

prosas sin mucha rima ni ninguna cosa. (Para que rimara con

prosa)


"Agosto y septiembre no duran siempre."

Anónimo.


En estos días azules del mes más aburrido del año, entre otras cosas porque

como somos tan originales y nadie hace nada porque todos estamos de

vacaciones, nos dedicamos a tareas tan nobles y productivas como mirar

distraídos el color de las nubes mientras meditamos a que huelen los sobacos

de un mandril.

Un país paralizado porque hace calor, porque no hay políticos, porque no hay

liga ni fórmula 1, ni nada interesante que dedicarle horas. Vamos un asco de

existencia, desde luego... Hasta en los quehaceres de nuestra mediocridad

diaria se nota: en la cola de la ventanilla de turno ya no se estila el consabido

“vuelva usted mañana” (lectura del pensamiento del emisor: “...que me da risa

atenderle hoy”); sino: “vuelva usted dentro de 30 días”... o más, si contamos

con el periodo vacacional, el síndrome postvacacional (con sus

correspondientes 15 días de baja por superdepresión), la puesta al día del

trabajo atrasado, el escaqueo por la fiesta de la patrona de turno y el cocktail

prenavideño ya puestos. Nota aclaratoria para alumnos de la ESO: “Usted” (sin

hache muda) es la variante elegante y respetuosa de la segunda persona del

singular. No confundir con: tú, tío, flaco/fraco, moreno, puntal (con acento en la

ene), tronco o colega.

Total. Para no aburrir, que estamos tumbados al rico Sol esperando alguna

noticia que nos perturbe el estival letargo. Sssssssh (pausa incómoda para el

lector y agradable para el escritor.....). Nada, ni el vuelo de una mosca es titular.

A ver...me parece oír un zumbido de lejos. No. Ese aleteo no va para noticia, ni

mucho menos titular. Si tuviera algo de sangre, o de demagogia, o incluso de

hipocresía, igual ya no sería solamente una noticia refrescante, sino que podría

ser el cuerpo intelectual del programa de algún partido político. Si es que

tuvieran programa todavía. En mi época decían que tenían uno. Lo que nunca

supimos es si tenían todos el mismo o cada uno tenía uno diferente. ¡Vamos!

diferente, diferente, no: uno con letra Arial, otro con Times New Roman... Los

más osados incluían algún subrayado, pero ya esos eran unos radicales

impresionantes.

Menos mal que como dice la frase estrella de hoy: “Agosto y Septiembre no

duran siempre”, gran frase de Anónimo. Un gran tipo, por lo menos en esta

frase se lució. Bueno, en esta frase y en otros escritos, por lo que se ve era un

intelectual prolífico o un ocioso profesional. A saber. Entre la estela de grandes

obras de este singular personaje llamado Anónimo, destacan grandes escritos

para la literatura universal como “El Lazarillo de Tormes”, “Beowulf”, “El Cantar

de Mio Cid”, “Clásicos de la literatura sefardí medieval” o las “Páginas

Amarillas” y su consabida saga “Páginas Blancas”. Por el amplio abanico de

fechas dudamos entre si es una persona muy longeva, o si bien sea una saga

familiar: Los Anónimo. (Nota mental del autor: al terminar de redactar esto

revisar los circuitos de refrigeración cerebral y suspender la medicación

temporalmente.)

A ver si desde la ventana de esta guagua babiloniera me asomo al mundo, a

otear si realmente hay algo interesante... ”Detenido por corrupción ex-director

general de Deportes en Baleares”, “Desconexión informativa en Venezuela:

Democracia para tod@s”, “Juzgados saturados por casos de quiebra”,

“Descubierto el genoma del virus VIH”... Nada. Lo que yo decía, nada

interesante... pero ¡Dios mio! ¿Ficha o no ficha Alonso por Ferrari el próximo

año? Mándame una señal, aunque sea al calvo de la Secta. Si, si no se

asusten: la Secta. Porque antes estaba en la Telequinta, no vayan a pensar

que era porque comía de esas sectas alucinógenas y mucho menos porque era

seguidor del gran Warren. Warren Sánchez...



Gustavo Reneses

EVS-EL DIA 31 de Julio de 2009

Como hemos cambiado.


"La televisión será la base de la opinión pública. Ha creado un mundo esquizofrénico

en el que entre el individuo y lo global no hay nada."

Alain Touraine.


En estos días azules de alerta naranja meteorológica y roja económica, parece

que lo único verde son los brotes de alguna misteriosa planta que adultera la

realidad de quien nos observa desde el gran ojo .

Siguiendo la estela televisiva marcada en el anterior Babilonia en Guagua, por

inocente curiosidad hemos estado observando ese curioso objeto denominado

televisor y hemos sacado una serie de conclusiones. Frente a los

filomonopolistas que ven en la competencia y en el libre mercado los males

más oscuros y retorcidos del género humano, es necesario destacar que

precisamente de la competencia vienen los mayores avances, sean televisivos,

económicos o biológicos, o sino que le pregunten a Darwin.

Para muestra un botón, la Fórmula Uno, pese a parecer un deporte inventado

hace tres años, en realidad se televisaba en los ochenta. Es más, dicen las

crónicas que llevaba décadas descubierta. Lo único que lo televisaba el único

canal, o bueno en la segunda parte del único canal. Dentro video:

Retransmisión Formula Uno ochentera: Leer con tono pausado y ausente: “....

fiiuuuuuum, acaba de pasar el coche de williams-ford... pausa... fiummmmm,

parece que Senna realiza un interesante adelantamiento a Prost. Si

confirmado, adelanta en la recta.... yyy, final. Gana Senna. Buenas tardes, nos

vemos en el próximo gran premio de...”

Retransmisión Formula Uno actual: Leer aceleradamente remarcando las erres,

tomar aire en cada final de renglón. “... si cierran los ojos se lo van a perder,

parrilla de pole para Alonso (nota del autor: jajaajajajaja) arrancan, semáforos

en 3, 2, 1.... ahí están arrancándose las pegatinas, saliendo por la parte limpia

el ferrari se come al maclaren... Alonso campeón en la trigésimo primera

posición arranca brillantemente y adelanta puestos. Ponemos en

sobreimpresión la estrategia de combustible y vueltas, pasamos a línea de

boxes con nuestro espia...”

Vamos un calco una de la otra, la verdad que no nos extraña visto el furor y

pasión que se pone en la retransmisión, que de no saber que era la pole

position, ahora todos controlamos a la perfección el tipo de goma a utilizar, los

difusores, rebufos, aerodinámica... en fin, creo que hasta los más osados lo

ponen en práctica en sus vehículos.

El tema de los concursos sin embargo ha sufrido una espiral de cutrez

insoportable en lo que se refiere a premios.

Concurso ochentero: Leer acaloradamente, rápido y marcada vocalización. “...

(fanfarria espectacular y 35.000 aplausos) y detrás del escaparate uno se

esconde.... El ferrari testarossa, el infumable apartamento en Torrevieja, un ala

delta motorizada, dos relojes de plata de ley, un maletín con medio millón de

pesetas, un mariachi que le despertará todas las mañanas a las cinco de la

mañana durante un mes, un ciclomotor derbi variant 49cc, un ordenador

personal amiga 500 con a 7,14 MHz, 512KB de memoria RAM y 256 KB de

ROM...”

Concurso actual: Sonido de fondo: unas palmas, locución normal tirando a

emocionado “...y el ganador se lleva la increíble cifra de 600 euros, y.... la

posibilidad de concursar mañana con nosotros...”

Bueno siempre queda la excusa, no bueno, es que como hay más concursos...

ya sabes ¿no?

Lo que si ha sufrido un radical cambio son los informativos que a ritmo de

lágrima y sangre salpimientan alegremente nuestra existencia. Haciendo

realidad lo que en un día dijo un “pope” de la comunicación: “La televisión es

esa gran porquería envuelta en el papel celofán de los informativos”.

Telediario ochentero: “atrezzo: fondo de cartón piedra. Bienvenidos a la primera

edición del telediario, en internacionales prosigue la guerra entre Irak e Iran en

nacionales Lola Flores defrauda a Hacienda, y en deportes se lesiona

Arconada.” Total 25 minutos de telediario.

Telediario actual: “Atrezzo: No hay fondo, se proyecta en él. Tras una escaleta

colorida y sintonia electrónica, se abren los titulares (que se repetirán mínimo

dos veces más: Titulares Generales, Titulares a mitad de Telediario y Titulares

resumen a final del telediario por si algún marsupial no se había enterado de

los mismos). Tras dar la noticia se desgrana in situ los detalles más escabrosos

de la misma. Posteriormente y con un lenguaje llano y sencillo que podría

entender hasta cualquier bachiller de la ESO, tertulianos de la talla de ex de un

torero, concursante de realitys y demás prohombres y promujeres de la

suciedad, perdón de la sociedad, propondrán hipótesis y terminarán de darle

forma a la notica. Especial tiempo deportivo con su patrocinador oficial

correspondiente: vómito habitual de fichajes y anecdotario particular de los dos

únicos clubs que juegan en el único deporte que se practica....” Total 45

minutos de telediario.

Bueno, lo de los telediarios es algo así como, ¿no querían SOMA? Alegría

invita Torrente, SOMA para todos, chavalotes... Buenas noches y buena suerte.


Gustavo Reneses

EVS-EL DIA 24 de Julio de 2009

Can I play with madness.

"En una época de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario."

Geoge Orwell.


En estos días azules del dulce verano tengo la impresión que la ficticia placidez

en la que vivimos es simplemente la calma antes de la cruel tormenta que nos

azotará en el próximo otoño.

Pero antes de que nos azoten los oscuros nubarrones a ritmo del lobby de

turno, tenemos que estar preparados y poseer la TDT para no perder ni un solo

detalle de la “realidad” gracias al incansable adiestramiento mediático. Resulta

paradójico que el apagón analógico pudiera significar el encendido de la razón.

No. No será así. Hay que seguir alienados, ¿a quién se le ocurre pensar que el

amo nos va a dejar sin nuestra ración diaria de entretenimiento y

adoctrinamiento? Es más, ¿a quién se le ocurre pensar?. Imaginen una

sociedad que piense por si sola, inviable, podría tener ideas propias. ¿Para qué

leer un libro o ponerse a escribir, meditar, expresarse o crear en general, si es

más fácil salivar cual cánido pauloviano delante de la sintonía de nuestro

programa favorito? Bueno; salivar o dar cabezadas, mientras nos dormimos

delante un mensaje constante e incansable de carácter educativo para la

ciudadanía.

Es por ello que desde el poder general se nos anima a comprar el aparato

decodificador de la señal de televisión digital terrestre TDT (tonto duerme tonto)

no vaya a ser que nos quedemos señalados por la sociedad como seres

marginales en estado semi-salvaje. Bueno ya puestos mejor comprar un

televisor nuevo de plasma, con pantalla de 25 pulgadas y “full a tope”: HDI,

100Hz. HDMI,EGB y hasta HIJK. Que no se diga que no consumimos y que por

nuestra culpa se hunde el sistema. Egoístas.

Pues lo dicho, tenemos que estar bien uniformados visualmente para recibir

con alegría el sermón diario de nuestros guías espirituales, abrazar su/nuestra

fe con los brazos extendidos y en posición de genuflexión. Para interiorizar esa

fe es necesario tener miedo en dosis elevadas, miedo pavoroso, un acojone

generalizado, vamos. Han sido muchos los elegidos para esa misión a lo largo

de la historia: Los del frente popular, los populares de enfrente, los disidentes

del sistema, los antisistemas reincidentes (me viene a la mente una genial

escena de los Monty Phyton en la “Vida de Brian”). Un amplio espectro de

enemigos crueles y despiadados que han sido repelidos por “nuestros chicos”:

Los guardianes de Occidente y de su fe verdadera.

Ya puestos a mejorar, lo más diabólico es elegir algo que no se vea. La mano

negra se llama A/H1N1. Ya solo el nombre intriga. Una de las primeras diatribas

vomitadas desde las catequesis hertzianas será el contagio masivo, el temor a

lo invisible y a lo inevitable. A un castigo divino inexorable que segará nuestras

vidas. Ya lo de la peste bubónica pasó a mejor vida, por eso de que a alguno

se le ocurrió lavarse todos los días. ¿Ven lo que pasa por pensar por uno

mismo?

Las primeras arcadas informativas hablan de cifras escandalosas, de la

posibilidad de miles contagios al día en Gran Bretaña, de retraso del inicio del

curso escolar, vacunaciones masivas. En un tiempo estaremos quemado en la

hoguera de la ignorancia la ropas, libros y nuestra libertad en nombre del bien

común, que es el menos común de los bienes.

Ya sabe, el enemigo invisible está ahí fuera, podría ser su vecina uno de ellos.

No hable con nadie, no viaje, no lea propaganda del enemigo, ¡por Dios, ni se

le ocurra pensar!. Solo consuma los productos de su televisor avalados por

nuestro sello de calidad estatal. Nuestros científicos y comunicadores le dirán

que tiene que hacer en todo momento. Si no pudiera resistirlo por más tiempo,

nuestros muchachos le han depositado debajo de su almohada una cápsula

con la dosis justa para empezar el plácido viaje eterno.

Gustavo Reneses

EVS-EL DIA 17 de Julio de 2009

Un día en el cine.


"Veo mucho potencial, pero está desperdiciado. Toda una generación trabajando en

gasolineras, sirviendo mesas, o siendo esclavos oficinistas. La publicidad nos hace

desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no

necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos, no

hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra

espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos

hizo creer que algún día seríamos millonarios, dioses del cine, o estrellas del rock.

Pero no lo seremos, y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy

cabreados."

Brad Pitt en el “Club de la Lucha”.

En estos días azules del ecuador del mes juliano, el calor y la tranquilidad

parece que son los elementos ideales para recordar el cómo éramos y vernos

en el espejo del prensente como somos. Momento adecuado para desempolvar

de la guantera de nuestra guagua babiloniera el teorema de idiotización

colectiva (ya desarrollado en entregas anteriores) al que estamos siendo

sometidos, en gran parte, gracias a la ñoñería apadrinada por nuestros

políticos y bendecida por la LOGSE. ¡Y todo eso por haber ido al cine!

Resulta que por esto de la paternidad, la crisis y el nivel del metraje

cinematográfico de los últimos años, hacía muchísimo tiempo que no acudía a

una sala de cine. Posiblemente más de cinco años, para los más curiosos.

El asunto en cuestión es que disfruté de una sesión cinéfila en el adalid del

monopolio del ocio, o eso bombardean durante los tres primeros minutos de

metraje. Pero no adelantemos acontecimientos.

La primera diferencia es que llegué al cine motorizado, las últimas veces que

recuerdo, había sido caminando. Entre otras cosas porque la oferta estaba

diversificada por la geografía urbana de nuestra ciudad, para alegría nuestra y

de los histéricos del cambio climático. Perdón, por los histéricos e histéricas,

paridad lingüística ante todo, no vaya a ser que pase como con el término

machista del PIB. Que tío más cerdo el PIB...

Resulta que una vez que llego a la taquilla, me encontré con una especie de

pecera impresionante, que no se si estaba pidiendo las entradas en el cine o en

la torre de control de cualquier aeropuerto internacional e intergaláctico.

Posiblemente fuera lo segundo, ya que en lugar de decir: “dos para la 3”, había

que fijarse en un panel multicolor con más de 10 salas y 20 películas, que

parpadeaban a la vez y además, tenían horarios extraños, difíciles de

pronunciar. ¿Qué humano puede decir sin atragantarse deme seis entradas

para la diecisiete en la sesión de las dieciséis y cuarenta y tres?.

Aunque lo mejor estaba por llegar.

Me dice la señorita-controladora aérea interplanetaria ¿En qué fila, caballero?

Acto seguido lo primero que pienso es que odio la palabra caballero cuando se

refieren a mi, porque entre otras cosas, no tengo caballo. Pero obviando esa

frikada mental. Lo segundo que pienso es cómo se puede elegir la fila sin ver

que personal va a compartir contigo los frigo-metros cuadrados que rodean la

butaca del cine. ¿Y si me toca una jauría de adolescentes come cotufas?

(palomitas o pop-corns si nos lee desde otras latitudes babilonias). ¿Si delante

mío atraca el Queen Mary II y la única solución es ver la película con el

retrovisor de mi vehículo en la mano? (Menos mal que vine en automóvil)

¿Cómo vamos a elegir la butaca por adelantado? Es ilógico, es más,

antinatura.

Como no iba a disertar sobre el asunto taquillero, respondí escuetamente:

“Centradas, por favor.”

Seguimos con las sorpresas cineras, ¡atención!: Me preguntan por el aséptico

altavoz si acudía a la sesión 2D o 3D.

Miré discretamente el calendario de mi “blacberri” (antes hubiera sido el reloj

Casio) para asegurarme que seguíamos en la vigésimoprimera centuria.

Y antes de decir: ¿porqué no? Vamos a probar la 3D. Me comenta que son 3

euros (500 calas/5 libras/quinientas pesetas más). O sea, que a los 5,70 euros

de la entrada le tenía que sumar 3 euros más, total 8,70 euros. Cantidad que

multiplicada por 6 arrojaba la bonita cifra de 52,20 (Más de nueve mil pesetas =

cena de lujo de hace un par de años.) Ante el incremento geométrico del nivel

de transaminasas en sangre, bilirrubina y hasta mala leche, dije escuetamente

(de nuevo): Para la sesión de 2D, gracias.

Nota Simpática: Resulta que, iluso de mí, pensé que con esos 3 euros extras,

te regalarían las gafas 3D. No, simplemente es una tasa revolucionaria, por el

usufructo de las mismas durante 90 minutos. A 0,03 céntimos el minuto, más de

cinco pesetas el minuto.

Tras recoger las cutre entradas para la mísera película en 2D, avanzamos en

escaleras automáticas al interior del cine.

Como templo titánico en medio del desierto, imposible e improbable de

esquivar, se abre ante nosotros una barra colosal con cientos de miles de

cotufas, bebidas azucaradas con gas y zurullos de coña versión varios.

Por lo que parece, hay que pedir algo.

Me acerco a la barra para observar la carta, cuando una “borderita” (señorita

borde) también “borderito”, si hubiera sido el caso, me espeta: “Gjeixritm

express?”. Yo respondo: ¿perdón?. A lo que repite el mismo mantra: “Gjeixritm

express?”.

Rápidamente hice un listado mental con todo lo acabado en express que se me

ocurría y que podría rimar: american express, cafetera express, billetes para el

express de las 15:00 horas?.

Dije: “No. Simplemente estaba mirando.

Nota a posteriori: Hay una cool-tarjeta que te permite saltarte las colas “by the

face”. Pero si no la tienes, no puedes acercarte alegremente a la barra.

Azorado volví a la cola.

Cuando llegó mi turno, como no había podido traducir la mercancía alimentaria

disponible (el cartel posiblemente estuviera escrito en sánscrito o germano

medieval). Improvisé. Ya que la formulación lingüística partía de la misma raíz,

y se declinaba el resto: Maxi-Combo, Super-Combo, Combo-Chulo, Chulo-

Combo-Power y el Combo Infantil con gominolas de colores, opte por fijarme

en el precio. La broma es que ninguno bajaba de 5 euros (novecientas pelas

por cotufas y cacacola, cacanaranja o sevencaca), cantidad que sumada a los

anteriores 5.000 euros, arrojaba la cómica cantidad de … da lo mismo. No voy

a monetizar los momentos de placer en familia.

Ya en el cine lo típico: butacas, pantalla, oscuridad, rumiantes de cereales

varios y algún estornudo animal. Bueno por lo menos no había cambiado todo.


Gustavo Reneses