viernes, 26 de junio de 2009

EVS-EL DIA 26 de Junio de 2009









Sequía musical = sequía intelectual.

"Nunca he llamado a mi trabajo "arte", es parte del mundo del espectáculo, el negocio de la construcción de entretenimiento."

Walt Disney.

En estos días azules inicio del estío en el hastío año de la crisis, parece que se ha instalado definitivamente la “Crisiscracia” como régimen popular uniformador de mentes y actitudes ante la vida.

La cultura o eso que llaman cultura, está en horas bajas. Tantos años viviendo subvencionada (conocido también como “vivir del cuento” o “by the face”) y con artistas pseudofuncionarios ha pasado factura.

Ahora, cuando el dinero se trasvasa para remendar los agujeros invisibles en estos años de decadencia intelectual, se llora al viento con lágrimas de oro por lo mal que vamos a pasar un verano desenchufado de las giras, nacionales, internacionales y hasta galácticas.

Cuando los falsos gurús musicales (y “curturales” por extensión) apoyados en el lobby de turno, venden humo a los moradores del ápice, tenemos sin duda alguna, una verdadera oferta diarréica. Elemento fluido generador de suculentos ingresos y basado en la mediocridad supina de emisores y receptores. O al revés, que tanto monta como monta tanto. Como toda oferta marrón, tiene una fecha de caducidad efímera, que al primer susto económico pasa de nivel semisólido a gaseoso, dejando un incómodo espacio entre los habitantes de Babilonia.

El estado Def con Dos que vivimos en la actualidad, no el grupo musical, sino el estado general de acojone, no deja ver con claridad a los que viven cegados por el paternal subsidio estatal.

Sin embargo para la vanguardia artística en cualquiera de sus ramas, el futuro pasa por una profunda reflexión y cambio de los valores y patrones de actuación.

Ya está bien de subvencionados, que luego nos montan una manifestación por la manipulación del poder y amordazamiento de la cultura. Es necesario una gestión individual de la cultura, haciéndote dueño de tu propia vida, con imaginación, buscando alternativas al mercado actual. Es primordial la competencia para la mejora creativa. El sistema económico está pidiendo a gritos flexibilizar a todos los participantes del mismo, es imposible avanzar con elementos inflexibles y apoltronados en la dulce melodía de los céntimos de euros resbalando por el teléfono de la ducha mañanera.

La imaginación al Poder!... pero que no se la quede mucho, que luego se apoltrona.


Gustavo Reneses

lunes, 22 de junio de 2009

EVS-EL DIA 19 de Junio de 2009

Alien: un virus en el sistema.

"No tenéis ninguna posibilidad pero... contáis con mi simpatía."Alien. El octavo pasajero.

En estos días blancos y azules, redondos y opiáceos hasta la saciedad, visita nuestro único, mítico y genuino suplemento EVS: El octavo pasajero, Alien.

De la saga Alien poco hay que decir, personalmente, en esta guagua nos decantamos por la primera entrega del genial Ridley Scott. Y es que las peripecias de la suboficial Ripley a bordo del Nostromo, con el bicho plasta cargándose a toda la tripulación, es una de las joyas del metraje de ciencia ficción, mejor manufacturadas. Y que esperamos que en este caso, sea más ficción que ciencia.

En nuestra vida diaria o matriz babilónica, al igual que el voraz monstruo baboso interplanetario, la disciplina balompédica introduce en nuestro cuerpo el virus de la alienación intelectual (vulgarmente conocido como: ¿Eh?). Con la correspondiente bendición de las clases más próximas al ápice de la pirámide. Esos yonkis del escaño, faraones venidos a menos que nos dan la vara continuamente recordándonos lo importante que es su figura para el género humano, nos regalan altas dosis de espectáculo futbolero para alivio de nuestros pesares y para que no reflexionemos mucho sobre nuestro devenir. Pensar puede causar jaqueca, no hay que hacerlo alegremente. (Lo siguiente leerlo con voz seria y rápida) Pensar es un medicamento: Lea detenidamente las instrucciones de uso, en caso de duda consulte a su edil de confianza.

Para epopeyas míticas lo que me pasó hace unos días.... les cuento:

La semana pasada, entre sueños, oí voces juveniles por las calles de mi ciudad. Algo latía en las horas nocturnas de Babilonia. ¿Sería acaso el despertar de las masas hacia la luz del conocimiento y de la libertad?

Conspiraban sin miedo en voz alta, se conjuraban a dioses de nombres extraños, se pasaban consignas bajo mano, se pintaban las caras con alegres colores como aguerridos guerreros antes del fragor bélico.

Los vehículos circulaban emitiendo un código de claxon y luces que mi desconocimiento de Morse, no me permitía descifrar. Incluso algunos transportaban individuos agitando banderas al viento, exacerbando a las masas para que se unieran a la causa.

Conmovido y expectante llamé por teléfono a familiares y amigos dispersos por la geografía insular. Me despejaron todas las dudas: nos encontrábamos ante un fenómeno generalizado.

En el horizonte acústico de la noche, sonaban detonaciones continuas, haciendo alarde, frente al enemigo, del potencial bélico que atesoraban nuestras fuerzas.

No me quedaba más que velar toda la noche, planificando la contienda de la nueva jornada que asomaba en la línea alba del horizonte.

A la mañana de un nuevo día, las calles asomaron atestadas de personas, una enorme serpiente blanca y azul se extendía por el área metropolitana. Ingentes cantidades de personas, venidas de todas las esquinas de nuestro terruño, configuraban un frente de batalla, plagado de banderas y camisas al viento.

Comenzaron mis dudas.

Los cánticos que vociferaba la enfervorecida masa no hacía alusión al despertar intelectual, ni a la libertad del individuo frente al sistema liberticida, ni siquiera a un cambio de sistema, ni una la llamada a la crítica. No había alusiones a la precariedad intelectual, al fracaso escolar, a la nefasta política educativa, a los bajos índices de competencia, ni un simple análisis de la precariedad laboral, de la lógica, utilidad y buen uso de nuestros impuestos, a las dietas de los que no se ponen a dieta...

Era fútbol, sólo fútbol... oh! Una esperanza más en el charco de las esperanzas rotas.

A lo lejos la eterna procesión ausente proclama a los cuatro vientos un mantra que se nos invade lentamente, como un alien que penetra en nuestro cuerpo alimentándose de nuestra esencia más pura: la libertad.

Gustavo Reneses

miércoles, 17 de junio de 2009

EVs-EL DIA 12 de Junio de 2009

Niebla de verano.

"Hay dos tipos de dictadores: Los impuestos y los elegidos, que son los políticos"

Robert Nesta Marley.

En estos días azules y deliciosamente cálidos del mes de junio, nuestra ciudad se cubre de una mística niebla jamaicana que se desliza desde allende los mares. Los Wailers ya están aquí (los de Bob, no los de la plaza) y seguramente mañana experimentaremos a través del mágico túnel musical una teletransportación hasta un paraíso de buenas vibraciones en compás de reggae.

Del genial Bob Marley queda en el baúl de los recuerdos colectivos, aparte de un buen puñado de letras y acordes sublimes, su activismo pacifista no político. En más de una ocasión, nos recordó que no hay mayor hipocresía que el uso del plural por parte del poder, cuando el único objetivo que les mueve, se conjuga en singular. Y es más, se podría añadir, la pérdida de la libertad en favor de la igualdad uniformada diseñada desde las cómodas poltronas del Gran Hermano. Desde esa militancia musical libre de acatar dictados partidistas o de interés general (que suelen ser de un interés bastante particular), recibió Marley varios sustos en su vida pública, alguno, incluso, en forma de lluvia metálica, que reforzó aún más su posición. En su periodo de exilio londinense, fue donde se gestó el larga duración “Exodus”, quizás el más famoso de sus trabajos. Aunque de manera particular, me quedo como CD de cabecera (que es más cómodo que tocadiscos de cabecera) con el Survival, un trabajo de 1979 que atesora en su interior increíbles temas como “Africa United”, “So much trouble in the world” o “One Drop”. Lamentablemente, temas de rabiosa actualidad, porque aunque no queramos reconocerlo, el progreso material que creemos tener, es un continuo retroceso moral e intelectual.

En estos días inciertos, aunque, no mucho más, que los lejanos 70 (década Marley por excelencia), el flujo de transacciones sociales en Babilonia sigue basada en la hipocresía como moneda de cambio, afianzándose tácitamente como valor clave en un sistema económico y político decadente donde ser más, es lamer el culo mejor.

Paralelamente, la visión sesgada y uniformada de la realidad, es un rasgo cada vez más habitual y generalizado en los cerebros de los babilonios aquí presentes. Posiblemente, por la ingesta masiva de SOMA en todas sus variantes, que degenera inexorablemente, en la “idiotización” intelectual colectiva.

Hablando de “idiotización” y uniformidad de pensamiento, y siguiendo la temática que ocupa hoy nuestra ruta por Babilonia, cuando a alguien se le pregunta sobre Bob Marley o la música reggae en general, aflora una risilla nerviosa que delata el único tópico por el que se conoce a este músico jamaicano y por extensión a parte de la música de ese país caribeño. Las orejeras simplistas, habituales en nuestra vestimenta, no dejan ver más allá de los estereotipos. Nadie se plantea el sagrado uso que se le da en la religión Rastafari al uso de la Ganjah (Cannabis sativa) como canal de conexión con la divinidad o Jah. Ya un paso más osado, sería preguntar a los de la risa nerviosa, si conocen algo sobre Kebra Nagast, Haile Selassie o el rastafarismo en general.

Posiblemente ante nuestra impertinente pregunta, recibiríamos más de una contundente respuesta que sería algo así como:

... Flaco yo soy rasta de toda la vida... (golpe en el pecho con el puño cerrado)... pero de toda la vida (visiblemente mosqueado). Fíjate tu que me pillaba los vinilos “der Bob Marly” en discos Manzana o Fresidisco, allá en el Corinto.... Er cuarto en “casalosviejos” lo tengo to decorado con ceniceros rastafaris, pipas de agua y liadores de rodillo, de esos de la tienda de tó a un euro. Encima de la cama tengo la bandera de Jamaica... esa de los tres colores (Nota del autor: Jesús! ¿Quién le explica lo de las banderas?). “Endemás” cuando salgo de botellón con los colegas, ¿saabes? bailo eská y tocamos con la guitarra tuneada el “no güoman no crai” bueno y pa´las pibas argo de reguetón... ¿tu sabes no?... Bueno y también fumamos, jejeje ya sabes ¿no?... ¿eso se puede decir aquí en la radio?Alineación a la derecha... Ah no! ¿Que es p´al periódico?... chas loco... ¿Y el papel este es bueno?...”

Gustavo Reneses

sábado, 6 de junio de 2009

EVS-EL DIA 5 de Junio de 2009










 Terminator 4.

Volveré.

Arnold Schwarzenegger en Terminator 2.

En estos días azules del sexto mes del año, o junio, como es conocido por parte de los caminantes que deambulan por las arcanas rutas de Babilonia, observamos como, a modo de “flashback”, las páginas del EVS se llenan de Connors, máquinas y disparos “a porrillo” -no confundir con la acepción rastafari del complemento circunstancial de cantidad- . Y es que tal día como hoy, para regocijo de las frigofactorías de cotufas (conocidas anteriormente como salas de cine), se estrena el largometraje Terminator 4.

A cualquier babilonio anónimo de bien, que se le pregunte por la peli Terminator, evocará los principios de década de los noventa. Esos días azules de instituto, Cine Víctor y Nirvana por partes iguales. Particularmente, reconozco que la segunda parte de la saga, bautizada de forma ingeniosa como Terminator 2, representa la cima del misticismo noventero elevada a la enésima potencia, ya que, aparte de la trama y de los efectos especiales molones, la banda sonora era de los Guns and Roses. Y claro, eso era lo máximo. Nota para mitómanos: El tema principal de la banda sonora original era: ”You could be mine” o “llu cur bi main” (versión ESO).

Sin querer ser agoreros de perejil en la oreja, ni proselitistas de la causa “guagüera” por Babilonia, ya en nuestra parada del 8 de mayo del presente año, titulada “Swinging the batate: Extended Radio Edit Version”, analizamos pormenorizadamente la eterna juventud de los mitos artísticos, basada en la posible ausencia de nuevos valores creativos o en la poca vergüenza de los viejos aficionados a la “mamancia” fácil. Casualmente, uno de los productores de Terminator 4, Jame Middletown nos deleitó con la siguiente perla sobre la película:

...un poco de una secuela y una continuación, ya que narra la historia de cómo llegamos hasta allí..."

Traducción aproximada: ¡Qué me aspen! sería como ver ubres, y no intentar mutar mentalmente en busca de 5 manos.

No vamos a destripar la película, ni las claras intenciones de carácter filantrópico que han movido a la realización del film, pero vamos a dar un dato anecdótico como adelanto: es la primera vez que el bueno de Arnold no hace de Terminator. Solamente presta su cara a una digitalización del T-800. Lo que no se aclara por parte de los creadores del metraje, es que si la ausencia del mencionado actor, se debe a razones relacionadas con su papel en otra película interpretando a un Gobernador de California, o bien, está dedicándose, más en cuerpo que alma, a preparar las escenas más salvajes de Torrente 4.

Sea como sea, rogamos encarecidamente que el ejemplo no cunda entre la gente del cine, y no se estire el chicle de celuloide hasta límites insospechados. Podrían suceder fenómenos de difícil explicación entre el público asistente, es lícito ganar dinero, pero inmoral destrozar a golpe de efectos especiales las últimas nubes de inocencia bohemia que quedan en nuestro interior. Aunque parezca increíble, hay rumores de las siguientes secuelas terminen por confirmar la teoría hollywoodiense de la Batata: Los Goonies 2, Los Gremlins 3, Regreso al Futuro 4, Cazafantasmas 3 o Comando G... ¡Mutación!

Gustavo Reneses

lunes, 1 de junio de 2009

EVS-EL DIA 29 de mayo de 2009










Palabras más, palabras menos.


“El mapa no es el territorio.”
A. Korzybsky

En estos días azules y rojos caen las papeletas multicolores de los árboles electorales sobre el suelo de las ramblas, calles, parabrisas y demás elementos del ecosistema urbano.

Los babilonios tenemos la extraña capacidad de saber vivir en infinidad de mapas físicos y políticos. Incluso podemos identificar con meridiana claridad nuestros límites comarcales, municipales y hasta catastrales. Pero sin embargo, y pese a la tangible realidad física del territorio no somos capaces de sentirlo. Preferimos crear superficies irreales asépticas para disfrutar de sus bondades.

Como somos tercos animales de costumbre, hacemos extensiva nuestra adaptación inane, al lenguaje de las palabras. Las palabras son un espejo de la realidad, aún más, son simples hebras del tejido de una realidad multidimensional. Le damos importancia vital a las palabras sin darnos cuenta que son usadas indiscriminadamente por una semántica impersonal que las dota de vacuidad.

Conocedores de nuestra visión disociativa y del ilusionismo de las palabras, los taumaturgos retóricos son capaces de sembrar dudas, éxitos o angustias con un rápido movimiento de los dedos. Con otro mágico pase, nuestra incapaz mirada infantil quedará confundida con la instantánea transmutación de las mismas, a decisión del orador de turno. Aquí no ha pasado nada.

La vena creativa de los oradores políticos no duda en purgar la realidad con el uso del lenguaje infantil, la reducción de la lógica, adormecimiento generalizado mediante opiáceo soma, desfiguración de los valores éticos y morales, el adormecimiento de la filosofía o la eliminación de la crítica. Todo vale en nuestra desbocada carrera al pensamiento único, que además, es políticamente correcto.

Nuestros deseos y sentimientos, nuestra individualidad en definitiva, queda difuminada en la febril oratoria del poder que uniforma nuestros cuerpos, mentes y espíritus.

Al consumidor de dichas frases se le suele olvidar rápidamente el autor de las mismas, y el fin por el que fueron creadas. En el fondo, da lo mismo, es comprensible, sirven solamente para dirigir al rebaño en uno u otro sentido.

Así que no se extrañen si en lo que queda de campaña electoral a las Elecciones del Parlamento Europeo, los que visten de rojo corean mantras al estilo “España va mejor”. O si los que visten de azules concluyen sus discursos con “Hasta la victoria, a veces!”. O es más, los que visten de verde nos bombardean con el consabido “Paz y amor... y el parné p´al zurrón”.


Gustavo Reneses