martes, 7 de julio de 2009

EVS-EL DIA 3 de Julio de 2009





El penúltimo vals de Jackson.


"El minuto que sobrepasé a Elvis y los Beatles ellos me llamaron lunático y abusador de menores."

Michael Jackson.

En estos días azules del cálido mes de julio, nuestro EVS se tiñe de negro, más bien se destiñe, o ambas cosas a la vez. Y es que, por si no se habían dado cuenta a estas alturas del suplemento, se nos ha ido Michael Jackson. El maikel o el maiki, como era conocido por estos lares.

Los que en los años ochenta éramos unos enanos, teníamos dos iconos molones. Los dos dos se llamaban Maiquel. Uno Naig y el otro Yacson. Ya sólo nos queda vivo el que conducía a Kitt, el coche fantástico. Los mitos van desapareciendo y cuando ya no están, de repente, nos pesan los años.

Aunque no fui especialmente seguidor de Michael (era más afín a la caña guitarrera peluda) hace unos días estuve viendo el videoclip Thriller de 1982. Alucinante. Sin querer, fui absorbido por un túnel místico temporal desembocando en los nebulosos ochenta, y sin entrar en la lista melancólica de cómo éramos entonces y nuestra proto-tecnología, me di cuenta de que simplemente era un genio. Que rompió moldes. Amado o denostado, supo dar ese toque de genialidad a sus coreografía, videoclips y en definitiva a toda la manufactura artística de su trabajo, que creó escuela en los sucesivos artistas. Que te copien algo, quiere decir que dispones de algo innovador. Pasa de ser tu creación particular a ser un objeto de codicia por terceros. Sus bailes, movimientos, ropas, hasta incluso, su tic púbicodactilar fueron versionados hasta la saciedad por otras lumbreras musicales, humorísticas o políticas.

Ya que estamos tirando de recuerdos, resulta que un día de 1993 desembarcó Michael y toda su troupe en Santa Cruz de Tenerife. Si. Yo que pensé que nadie por encima de Ramones iba a tocar en nuestras islas, y resulta que se nos coló aquí un día del mes de septiembre, en plena apoteosis mundial de su trabajo Dangerous. Aunque en foros de motos choperizadas, chupas de cuero y melenas peludas al viento lo negaré siempre, tengo que reconocer que yo estuve allí. Sí. En medio de miles de personas y casi 12 horas antes del concierto. Hacinado en plena marabunta humana que enloqueció en el momento de abrir las puertas de la entrada y que racionalmente comenzó a correr como mozos sanfermineros sin toro por la avenida del muelle en busca de los codiciados 10 primeros metros de distancia con el escenario. Tras la media maratón, tocó la tensa espera durante otras innumerables horas sentado en corros delante del escenario. Y cuando el cuerpo estaba totalmente tenso, la mente desconectada y el espíritu en cualquier cima del Himalaya buscando desesperadamente el Nirvana, dos cañonazos hicieron que volviera a la cruda realidad. Miles de sobacos al viento coreando el nombre de Michael (Maiquel, Maiquel Maiquel...) enloquecieron con las notas del Carmina Burana y una serie de imágenes a modo de flashes en las pantallas. Del resto poco más me acuerdo si soy sincero.

De todas maneras y sin ánimos de ofender, tras analizar de forma sesuda los anteriores ídolos-iconos musicales del siglo XX, desde esta guagua errante por las tierras de Babilonia, hemos llegado a la siguiente conclusión. Jackson tuvo bastante suerte y murió una década más tarde de lo que en teoría le correspondía. No se me sulfuren. Me explico: Elvis Presley (ex-suegro del primero) fue el ídolo de los 60 y murió en los 70. Lennon (cuyos derechos musicales fueron comprados por Miki), fue icono para la generación de los 70 y murió en los 80. En los 90 donde teóricamente debería haber muerto el icono musical de los 80 (Michael Jackson), resulta que se nos muere el icono de la propia década Kurt Kobain (sin aparente grado de parentesco o vinculación económica con el primero). Y ya, en pleno siglo diecinue... veintiuno, Michael nos dijo adiós. Por lo que esquivó, con cierta donosura, a la casuística óbito-musical.

Jackson ya ha entrado en el atrio de los grandes, y no por sus anteriormente mencionadas dotes artísticas sino porque ha sido invitado a participar en el fabuloso mundo conspiranoico. Los principales foros, webs y panfletos amarillistas del mundo de la comunicación no han tardado en vomitar bulos, rumores y demás teorías cartesianas sobre la falsedad de su defunción y destacan que todo ha sido una estratagema para eludir las presiones de su vida actual. Posiblemente esté con su ex-suegro Elvis, en alguna playa hawaiiana, tocando el ukelele. Ya nos lo desvelará algún colaborador de Friker Jiménez

Por estas cosas de la curiosidad, he estado repasando su discografía, y no he podido dejar de esbozar una ligera sonrisa cuando leí el título de su último trabajo, iba a escribir vinilo*, lo tituló Invencible. Curioso título, en la línea jocosas coincidencias literarias de la vida, como la archiconocida ecuación: Titanic = Insumergible.

  • NOTA: Aclaración para las víctimas de la LOGSE. El vinilo es como lo que te bajas de internet en mp3, pero en redondo y grande (Plástica visual: Hacer movimientos circulares y crecientes con las manos). No plateado, no confundir con el CD, DVD o Blu rai. Era de plástico negro con un surco en espiral en cada cara. El disco dispuesto horizontalmente sobre la plataforma de un pick-up o tocadiscos, era sometido a una aceleración giratoria continua y constante de 33 rpm, si era un LP, o 45 rpm en el caso de ser EP. (Plástica Visual: Hacer espirales con el dedo índice, subrayar las palabras difíciles y terminar con un debate sobre la importancia de los círculos en tu vida.)

Sea cual fuere la opinión sobre él, en el fondo murió el niño y nació el mito.

Saludos Maikel. No te olvidaremos. Dale recuerdos a Elvis, Hendrix, Marley, Lennon, Harrison, Farrah Fawcett, He-Man, Skeletor y los Master del Universo, PACMAN, Naranjito, Obi Wan Kenobi, Superman, ET, Freddy Krueger, las pesetas, el flash de duro, a los pantalones de pana, los calcetines blancos y mocasines negros...

Gustavo Reneses

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